Tengo una tienda de tatuajes en pleno centro de la ciudad de Barcelona. Llevo tatuando en ella desde que tenía 18 años; primero empecé como empleado, y luego la compré y me hice el dueño absoluto y el director artístico del estudio. Como a mi estudio le da el sol durante todo el día, me tuve que hacer con una buena instalacion de persianas. Así por lo menos, mis clientes no se incomodan cuando están siendo tatuados. Por lo que, lo que para muchos es una auténtica gozada, a mí me empezaba a importunar: el sol. Tuve que invertir en lo que es una buena compra de persianas; en un principio quería apañarme solamente con el aire acondicionado, pero no era suficiente. El sol seguía entrando y deslumbrando. Yo en un primer momento, el primero de todos, llamé a un cerrajero para que me hiciese una reparacion persianas enrollables, pero estas eran tan viejas que no merecía la pena hacerlo. Este mismo trabajador me dijo que lo mejor que podía hacer sería comprar unas nuevas. Así me ahorraría el gasto de la reparacion persianas enrollables porque, por mucho que estas se reparasen, los años pasan facturas, y al final volverían a estropearse. Entonces la mejor opción era clara y directamente la compra de persianas nuevas. ¿Para qué complicarme más la vida con las viejas? Era imposible alargarles más la existencia. Este mismo trabajador que vino a mi estudio me recomendó una tienda de persianas y materiales para las mismas muy buena. Concretamente la mejor de toda Cataluña. Por lo que allí fui a ponerme en contacto para hacer la compra de los nuevos elementos que necesitaba para la tienda y también para hablar de la instalacion de persianas en la misma. Fue todo un éxito, y ya el sol no molesta más en mi estudio, y mis clientes se tatúan sin padecer un calor mortífero.