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Vender oro fue mi solución
Vender oro fue mi solución

Me he declarado en concurso de acreedores particular. No puedo pagar mi hipoteca ni hacerme cargo de todas las facturas que tengo que pagar. Trabajé en una fábrica durante los últimos treinta años de mi vida. Cerró hace menos de un año y nos dejó a todos los trabajadores en la calle. Por lo que me quedé en el pro con una hipoteca que pagar. Es por ello, que tuve que buscar una alternativa para poder aumentar mi dinero, y en un primer lugar se me ocurrió la venta de oro en Barcelona. Sabía que te daban dinero al instante y no me pareció una mala idea. Mis familiares me dijeron que no me precipitase tanto cuando le dije que quería vender todas las joyas de mis antepasados que tenía guardadas en casa. No eran muchas, pero no les doy ningún uso, y un dinero extra y seguro me iban a proporcionar por ellas. Aún así yo estaba convencido de que lo iba a hacer, porque el dinero a fin de mes me iba a ser reclamado por parte de la hipoteca y por parte de las facturas de suministros de mi hogar. Busqué un buen negocio de venta de oro en Barcelona y me informé de los precios que pagaban y demás para ver si realmente esta acción me merecía la pena, o por el contrario, no me iba a servir para nada. Muchos de vosotros os preguntareis que qué es lo que quería o pretendía vender, y que cuanto fue el dinero que desde el establecimiento que elegí me dieron. Yo les llevé un crucifijo de oro, una cadena, mis alianzas de casado ya que ahora estoy divorciado, pendientes de oro, una esclava y diversidad de colgantes. Me fueron tasando uno por uno. Y me ofrecieron un precio final bastante considerable. La primera vez que fui a este punto de venta de oro en Barcelona salí sin vender nada. Preferí volver a casa y consultarlo con mis familiares, para ver que opinaban ellos. Me dijeron exactamente lo que esperaba, que era un precio bastante suculento y que yo ya no le daba ningún uso a esas”baratijas”. Esa fue la palabra que dijeron, aunque yo no lo considero exactamente así. El caso es que volví a los cuatro días y vendí absolutamente todo y me llevé el dinero en el acto. Esto no significa que se hayan solucionado todos mis problemas económicos, pero al menos me he quedado aliviado para los próximos ocho meses mientras busco un buen trabajo.




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